El analista económico y financiero, Rudi Cressa, dijo que Citgo no está cerrada a esa posibilidad de recuperar a PDVSA como surtidor de petróleo.

Sostuvo que la filial venezolana en Estados Unidos lo que hizo en 2020 fue una especie de inversión en el patrón de refinación que antes dependía, en 60%, del crudo venezolano, se interrumpe por las sanciones del año 2019 y se efectúan las adecuaciones a nivel de las refinerías de Citgo.

Manifestó que bajo las condiciones actuales, el petróleo venezolano se vendería con limitaciones para la comercialización con la empresa norteamericana.

«Incluso, quitando esas sanciones, ya existiría, de cierta manera, la limitante de lo que pudiese ser la calidad y cualquier contrato que hubiese firmado con otros suplidores, pero también es cierto que la coyuntura actual hace que cualquier suplidor sea necesario», agregó.

El también profesor universitario comentó que Citgo se está alimentando con el crudo Castilla, que proviene de Colombia. «Casi el 25% del crudo colombiano que está entrando a Estados Unidos, entra para Citgo», acotó.

«También compra crudo de otros países como México, Canadá e incluso, está trayendo crudo del Reino Unido, actualmente», expresó en Unión Radio.

No obstante, informó que Citgo tiene una capacidad de refinación de casi 800.000 barriles de petróleo diarios, «es bastante importante y ha ido remontando en los últimos años».

– Reanudar la importación –

Recientemente, la refinería estadounidense Citgo Petroleum está dispuesta a reanudar las importaciones de crudo venezolano, suspendidas desde 2019 por las sanciones de Washington a su matriz PDVSA, si el gobierno estadounidense autoriza el flujo, dijo el viernes el director general de Citgo.

Desde marzo, altos funcionarios de Estados Unidos y Venezuela han estado involucrados en negociaciones políticas que podrían llevar a Washington a aliviar las sanciones comerciales de petróleo que han afectado la producción y las exportaciones del país de la OPEP.

La OPEP y el gobierno francés, en representación de Europa, han pedido a EEUU que permita que el crudo venezolano e iraní fluya hacia las naciones consumidoras que luchan por reemplazar los suministros energéticos rusos durante la guerra en Ucrania.